Tras su nacimiento, atribuido a los dioses, en el año 356 antes de Cristo, Alejandro III de Macedonia, Alejandro Magno (Richard Burton), crece bajo las enseñanzas de su maestro Aristóteles (Barry Jones) y las estrictas sesiones de gimnasia que le preparan desde muy joven para ser un experto guerrero. Sus relaciones familiares son tensas debido a la lucha de poder entre su padre Filipo (Fredric March) y su madre Olympia (Danielle Darrieux). No obstante será el elegido por su padre para comandar sus tropas de forma excepcional, siendo capaz de llevar a la batalla ejércitos enormes y no ser derrotado ni una sola vez. Consiguió la sumisión de Grecia y emprendió una expedición militar a Persia con el objetivo de conquistarla y unir los continentes de Europa y Asia… Pero, como predijo el oráculo en su nacimiento, su vida fue gloriosa… y corta.
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