Francis Ford Coppola presenta la más fiel adaptación cinematográfica de la legendaria obra de Bran Stoker, «Dracula». Antes de convertirse en vampiro, el conde Drácula era el príncipe Vlad, quien tras conocer la muerte de su prometida, vendió su alma al diablo. Cuatro siglos después, en Londres, encuentra a Mina, reencarnación de su amor perdido.